La defensa del menor en los procedimientos de restitución en España

by | Dec 12, 2022

La defensa del menor en los procedimientos de restitución en España

En el ordenamiento jurídico español no se conoce la figura del “tutor ad litem” en los procedimientos de restitución ni en otros procesos familiares, como medidas de responsabilidad parental. Esto no significa que el menor no esté protegido ni defendido en los tribunales. En todos los asuntos judiciales en los que hay menores implicados, es el Ministerio Fiscal el encargado de defender los intereses de los menores, independientemente de la edad de estos.

La tarea del Ministerio Fiscal durante los procedimientos de restitución es garantizar que se respete el interés superior de los menores. El Ministerio Fiscal tiene un papel activo durante la vista, participa en la interrogación de los padres, valora toda la prueba presentada, puede pedir la celebración de más pruebas. Recomendará la restitución o la denegación del menor en función del interés superior del menor.

El Ministerio Público recibirá el expediente de demanda, defensa y prueba escrita, pero no tendrá entrevistas privadas con los padres ni con el(los) hijo(s). El Ministerio Público es notificado por el Juzgado. No se establece contacto directo entre el Ministerio Público y las partes implicadas.

En caso de que el niño sea mayor de 12 años o lo suficientemente maduro para ser oído, tanto el juez como el fiscal lo entrevistarán. Ni los progenitores, ni los abogados de los progenitores están presentes durante esta entrevista, aunque recibirán una copia o transcripción de lo dicho durante la misma. En otros casos, los menores son escuchados por psicólogos adscritos a los Juzgados. Todas las partes, incluido el Ministerio Público, reciben el informe psicológico y pueden entrevistar al psicólogo durante la vista.
Finalizada la vista y una vez aportadas todas las pruebas, el Ministerio Público recomendará al juez la decisión a tomar, pero no tendrá contacto posterior con el menor, ni con los progenitores ni con los abogados.

Por Adriana de Ruiter, Tulp Abogados, Madrid, Spain

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